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¿Qué impacto tiene la diabetes en la salud de la piel?


Se estima que un tercio de las personas con diabetes experimentan afecciones de la piel relacionadas o influenciadas por esta enfermedad.


Más allá del aspecto estético, la piel es afectada en términos de salud cuando las personas que viven con diabetes no llevan un manejo adecuado de su condición.


Identificar oportunamente lesiones o anomalías en la piel de las personas que viven con diabetes ayuda a conocer qué tan adecuado ha sido el manejo de los niveles glucémicos, e incluso, si se requieren ajustes en el tratamiento y estilo de vida.


La Lic. Jacqueline Alcántara, educadora en diabetes de BD Ultra-Fine™, explica una situación común: “Cuando se elevan los niveles glucémicos en sangre, las defensas naturales del cuerpo se dan a la tarea de desechar el exceso de glucosa por medio de la orina. Esto hace que aumente la frecuencia de orinar, lo que provoca cierta deshidratación en la piel. Con esto, la piel se reseca, se adelgaza y se vuelve vulnerable a infecciones, sensibilidad, irritación, comezón y dolor”.


Las infecciones cutáneas aparecen en el 20-50% de las personas con diabetes, especialmente en pacientes con diabetes tipo 2.


Una de las más conocidas afecciones de la piel relacionadas con la diabetes es la acantosis nigricans, que ocurre hasta en el 74% de las personas con obesidad y diabetes.1 Es más frecuente en la diabetes tipo 2 y se caracteriza por causar zonas de piel oscura, gruesa y aterciopelada en los pliegues y del cuerpo como cuello, ingles y/o axilas; presentándose como signo de prediabetes o resistencia a la insulina.


Otra situación, de entre las muchas posibles, es que el daño a los nervios y vasos sanguíneos perjudica la circulación y un flujo sanguíneo deficiente puede impactar en la estructura de la piel, como en la producción de colágeno, particularmente. “Tomemos en cuenta que el colágeno es una proteína fundamental para una cicatrización adecuada y saludable de heridas en la piel, ya que une y fortalece los tejidos”, agrega Alcántara.


Casi todas las complicaciones en la piel derivadas de una diabetes mal controlada son inofensivas, pero pueden ser incómodas, dolorosas, persistentes y afectar la calidad de vida de quien las padece. Es posible, y a veces necesario, recurrir a la atención médica específica para atender estas complicaciones.

Sin embargo, la mejor manera de prevenir y mejorar cualquier complicación relacionada con diabetes, incluidos los problemas de la piel, es el manejo adecuado de glucosa en sangre. ¿Cómo? Con un seguimiento cercano del tratramiento con el médico tratante y equipo de profesionales de la salud, basado en los pilares básicos del cuidado de la diabetes: alimentación, ejercicio y medicamentos, ya sean pastillas, aplicaciones de insulina o ambos.


“Es importante una técnica de inyección correcta para que el tratamiento con insulina sea exitoso. Eso implica utilzar agujas ultra finas y cortas, rotar los sitios de inyección, utilizar los dispositivos una sola vez, entre otras recomendaciones oficiales”, enfatiza la experta, destacando que es una habilidad que se llega a dominar con educación en diabetes y práctica constante.


Con motivo del Día Mundial del Cuidado de la Piel, cuya finalidad es crear conciencia en la sociedad sobre las necesidades y el cuidado oportuno del órgano más extenso y expuesto de nuestro cuerpo, la educadora en diabetes cierra con: “por lo general, los problemas de la piel son de las primeras señales visibles de la diabetes. Actuemos de manera preventiva y fomentemos un buen control de los niveles glucémicos en la sangre, que es la raíz de todo lo demás”.


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