Nuevo año, nuevos comienzos gracias a trasplantes de órganos
Para mediados del segundo semestre 2024, la donación de órganos y tejidos en México experimentó un incremento de 30%.
El inicio de año simboliza nuevos comienzos, una oportunidad para reflexionar y trazar metas renovadas. De manera similar, un trasplante de órgano significa una nueva oportunidad de vida, transformando tanto a quienes lo reciben como a las familias que se ven impactadas por este acto de generosidad humana.
En México, durante 2024, se reportaron en el Sistema Informático del Registro Nacional de Trasplantes (SIRNT) del Centro Nacional de Trasplantes (CENATRA) 6.015 trasplantes de órganos y tejidos, ante 19.746 personas que requieren recibir un trasplante. Destaca el caso del riñón, con 2.586 trasplantes registrados ante 16.611 receptores en lista de espera, lo que se considera una cobertura limitada. En el mismo período, el SIRNT reportó 259 trasplantes de hígado y 41 de corazón, teniendo a 248 y 19 pacientes en espera, respectivamente.
El éxito de un trasplante de renal, hepático o cardíaco depende de varios factores fundamentales.
Aunque cada tipo de trasplante tiene protocolos y estándares específicos, algunos de estos factores clave son:
· Compatibilidad entre donante y receptor en el grupo sanguíneo y en los antígenos leucocitarios humanos, que minimiza la probabilidad de rechazo.
· La calidad del órgano trasplantado determina su viabilidad, determinada por ejemplo, por el tiempo que permanece fuera del cuerpo. Dependiendo del órgano y de las circunstancias particulares del caso, el donante puede ser vivo o cadavérico.
· Seguimiento postoperatorio continuo, que incluye revisiones regulares para detectar señales de rechazo, infecciones u otras complicaciones, lo que permite un manejo temprano y efectivo.
· Pacientes con condiciones controladas, como presión arterial y niveles de glucosa adecuados, tienen más probabilidades de éxito. Además, la ausencia de infecciones o enfermedades graves en el momento del trasplante mejora los resultados.
· La especialización y experiencia del equipo médico en la cirugía y en el manejo postoperatorio influyen significativamente.
· Tanto el receptor como su entorno familiar necesitan apoyo psicológico y emocional, ya que el trasplante es un proceso que implica adaptaciones importantes.
Dentro de los factores básicos y elementales encontramos la terapia inmunosupresora, necesaria para regular el sistema inmunológico del receptor y evitar que éste ataque el nuevo órgano, que puede ser reconocido como un agente extraño. El ajuste y adherencia de a esta terapia de medicamentos anti-rechazo son esenciales para prolongar la funcionalidad del órgano y la calidad de vida del paciente.
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