Emprendimiento medioambiental para sostener al medio ambiente
La pandemia provocada por la Covid-19 nos ha dejado diversos retos al mundo entero, y no sólo en materia de salud, también el medio ambiente es una oportunidad de mejora ante condiciones como la reconstrucción de las economías a partir de acciones y políticas más sostenibles.
Según cálculos del Centro de Investigación en Energía y Aire Limpio (CREA), en Estados Unidos, a raíz de la pandemia, “el cierre de fábricas y comercios en China, al igual que las restricciones de traslados aéreos impuesta, produjo una disminución en las emisiones de CO2 de, al menos, un 25%, debido a reducción en el consumo de combustibles fósiles como petróleo, gas o carbón, entre otros, una cifra que representa, a nivel global, una reducción del 6% aproximadamente”.
Sin embargo, se teme que cuando la pandemia pase a un segundo plano y la población regrese a sus actividades normales, volverán a incrementarse las emisiones contaminantes por encima de promedios históricos con el objetivo de alcanzar la recuperación financiera, de acuerdo con un análisis publicado recientemente en el portal especializado Carbon Brief, lo que contrapone los objetivos de la Agenda 2030 y los Objetivos del Desarrollo Sostenible de la ONU, la cual recomienda proteger el planeta mediante el consumo y producción sostenible, así como la gestión ambiental sostenible de los recursos naturales.
En este escenario hay ejemplos de empresas que buscan lograr un impacto y trascendencia respecto al medio ambiente. Se trata de los emprendimientos medioambientales, ya que su propósito más grande es la mitigación, reducción o eliminación de problemáticas ambientales. Son compañías que para eso fueron hechas y que se distinguen por ser innovadoras.
Juan del Cerro, fundador de Disruptivo.TV y director general de Socialab, señala que “a raíz de la pandemia, la atención de mucha gente se encuentra en la crisis sanitaria que estamos viviendo; sin embargo, no nos damos cuenta que viene una crisis global mucho más grande que es la crisis de cambio climático; estamos cada vez más en un punto de no retorno si seguimos en este camino. Afortunadamente cada vez más empresas, dentro del sector de emprendimiento social, nacen con un foco medioambiental.”
La aportación de México al Medio Ambiente
México se ha destacado por tener el compromiso de regular en materia de Medio Ambiente, siendo el primer país en desarrollo en establecer la “Contribución Prevista y Determinada a nivel Nacional” (INDC), que se incluye en la Ley General de Cambio Climático y por las que el país comprometió a reducir de manera no condicionada un 22% sus emisiones de gases de efecto invernadero y un 51% sus emisiones de carbono negro al año 2030, respecto a la línea base”.
La misma ley estableció que 31 % de esta reducción se lograría con compromisos en la generación eléctrica y 14 % con mejoras en el sector del petróleo y gas. Alineada a esta estrategia, la Ley de Transición Energética establece una meta de generación de energías limpias del 35 % al 2024.
Asimismo, muchas de las empresas que operan en el país han demostrado compromiso en el tema.
Una encuesta realizada por KPMG señala que para el 98% de los directivos en México, la sustentabilidad es relevante y vital para el futuro de sus organizaciones, por lo que el 87% la incluye en sus estrategias de negocio.
“El número de empresas que cada día se ponen la camiseta medioambiental crece a paso firme, gracias a los beneficios que les trae la aplicación de procesos de sustentabilidad corporativa, como la reducción de costos de operación y riesgos, aumento en la rentabilidad de los productos y servicios, así como un favorecimiento en la imagen frente al resto de los competidores en el mercado.” señala el mismo estudio.
Los emprendedores medioambientales abanderan el movimiento
Sin embargo, aquellos que han abanderado este movimiento y que se han posicionado como la mayor palanca con potencial de acción para el cambio climático son los emprendedores medioambientales, quienes han demostrado que para superar la crisis económico-financiera son de vital importancia aquellas iniciativas que tengan sostenibilidad ambiental y la responsabilidad social.
De acuerdo con el censo 2020 de Empresas Sociales en México, de Disruptivo.TV, el número de empresas contabilizadas es de 305. El mismo estudio señala que el área de impacto más importante es la medioambiental, con más de 40%, ya que producto de estos esfuerzos “2,512,058 árboles han sido salvados o plantados, 2,030,274 toneladas de CO2 fueron ahorradas, $110,000,000.00 de ahorro para usuarios de energías limpias, 405,404,945 litros de agua salvados por recuperación pluvial, así como 18,550 hectáreas de campo mexicano potencializadas y libres de fertilizante”.
Una de las empresas que ha promovido estas iniciativas en México ha sido Socialab, cuyo propósito es impulsar emprendimientos que crean soluciones de negocio y resuelven retos sociales y medioambientales.
Algunos de los proyectos impulsados por Socialab que muestran parte del impacto en temas medioambientales son:
Ecolana Compañía dedicada al reciclaje en México y quien busca darle visibilidad a todos los centros de acopio de Latinoamérica para que las personas tengan acceso al reciclaje.
Cronology. Empresa que fabrica papel sin árboles y agua y que usa como materia prima botellas de PET recicladas.
Aselus. Compañía dedicada a la venta, diseño e instalación de sistemas fotovoltaicos Interconectados para residencia, comercio e industria con base a la NOM-001-SEDE-2018, especificación CFE G0100-04.
Preemar. Su objetivo es la prevención de pérdidas de producción en la acuicultura, a través de la automatización y monitoreo en tiempo real de cultivos acuícolas.
El impacto que generan los emprendimientos ambientales no sólo es mucho, ecológicamente hablando, sino además genera acciones que otras entidades han podido alcanzar. El emprendimiento medioambiental ha creado herramientas que permiten detonar proyectos sustentables y rentables y más cuando estos van acompañados de tecnología e innovación, lo que ayuda a crear nuevos modelos que ahorran energía y contaminan menos, además de crear nuevos nichos, reducir costos de operación e incluso proyectar una buena imagen a la compañía.
Lo más importante es que el emprendimiento ecológico debe tener un impacto a largo plazo y sostenible, apoyado por políticas e instrumentos que permitan impulsar su número.
“Los emprendedores tienen un enorme potencial para dejar un impacto positivo en el medio ambiente, pero no pueden hacerlo solos, se requiere de un esfuerzo colaborativo y sistémico en el cual se involucre la academia, el gobierno, las grandes empresas, ciudadanos y consumidores. Es necesario construir una base nacional que nos lleve a un México mucho más sostenible” concluye Juan del Cerro.
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