El sueño y el ánimo se afectan durante el confinamiento y esta afección puede acentuarse si padeces
Los cambios de hábitos para dormir afectan el equilibrio de la melatonina en nuestro organismo, la cual es la encargada de regular naturalmente el sueño.
Este periodo de contingencia derivado del COVID-19 puede repercutir en el ciclo natural de sueño, sobre todo en personas con algunos padecimientos, como es el caso del hipotiroidismo.
Los trastornos del sueño afectan de diferente forma a hombres y mujeres debido a los cambios hormonales de cada uno. Existen alrededor de 80 enfermedades del sueño que dependen de factores tanto internos como ambientales para manifestarse. El insomnio es más común en las mujeres. Hay un tipo de insomnio que se ha asociado a otros trastornos como la depresión. Al ser la depresión más común en mujeres, también las afecta más con respecto al sueño. En los hombres, lo que más se presenta son problemas respiratorios, principalmente ronquidos y apnea del sueño, lo que afecta su descanso y el de la pareja.
En México, la depresión ocupa el primer lugar de discapacidad para las mujeres y el noveno para los hombres. La depresión en mujeres puede tener relación con cambios hormonales provocados por el hipotiroidismo1.
De acuerdo con la Dra. Guadalupe Terán Pérez, especialista en medicina del sueño, siempre que las mujeres tienen un cambio hormonal acentuado como el período menstrual, el embarazo y la menopausia, su sueño va a ser diferente, ya que las hormonas sexuales influyen mucho en el sueño. “Se estima que 3 de cada 10 mexicanos sufren un trastorno de sueño, aunque estos números siempre se incrementan en situaciones especiales como períodos largos de estrés, de crisis, problemas nacionales como el que vivimos ahora al enfrentar la pandemia de COVID-19, etc. Además, existe una situación que las personas provocamos debido a nuestras actividades cotidianas y que afecta a todos por igual: la restricción voluntaria del sueño. Esto significa que nos obligamos a dormir menos del tiempo necesario para tener un sueño reparador. Dormir 6 horas y media o menos ya se considera restricción del sueño, y lamentablemente, el 28% de la población duerme este número de horas”.
Este período de confinamiento derivado de la emergencia sanitaria por el COVID-19 puede ser particularmente difícil para las personas que tienen otros padecimientos adicionales como es el caso del hipotiroidismo y su repercusión en el ciclo del sueño, ya que puede estar estrechamente ligado con insomnio y hasta con depresión.
“Es importante tener hábitos adecuados de sueño para evitar que se desarrollen trastornos, sobre todo en este período de confinamiento. Cuando estamos en una situación de aislamiento, no tenemos la misma exposición a la luz solar, que es el principal sincronizador de nuestros estados de estar despierto y dormido”, comenta la Dra. Terán, pues al oscurecer, el cerebro comienza a secretar melatonina, que es la primera hormona que le avisa al cerebro que es momento de dormir.
La Dra. Terán explica: “El hipotiroidismo es un trastorno que al generar diferentes cambios a nivel hormonal va a repercutir en el sueño. Lo más común en el paciente con hipotiroidismo es que durante el día tenga sensación de somnolencia, de fatiga y falta general de ánimo. Por eso es importante primero revisar cuántas horas está durmiendo y cómo es la calidad de su sueño, ya que es común que detecten alteraciones en su ciclo del sueño y/o que su sueño sea más interrumpido”. Dependiendo de cómo esté regulado el paciente, puede ser que se generen síntomas compatibles con insomnio, el cual es la incapacidad para conciliar o mantener el sueño o tener un sueño que no es restaurador.
Algunas recomendaciones de la Dra. Guadalupe Terán para mantener y/o restaurar la calidad de sueño de las personas son:
Mantener horarios regulares, es decir, acostarnos a la misma hora y despertar a la misma hora todos los días para ayudar a nuestro reloj biológico.
Cuidar lo que hacemos antes de irnos a dormir. Por ejemplo, si estamos sobreexpuestos a las noticias que nos generan estrés, esto puede provocar pesadillas, insomnio, etc. por ello, conviene cuidar la información que consultamos (que sea de fuentes confiables) y restringirla a un momento del día, para que no genere una experiencia traumática.
No ver ningún dispositivo electrónico 30 minutos antes de dormir en los adultos y 2 horas antes en los niños.
Evitar o limitar el consumo de cafeína después de las 6 de la tarde. No sólo se encuentra en el café, también en el té, chocolates, refrescos, etc.
Tomar melatonina de liberación prolongada para ayudar a regular el ciclo del sueño si no se logra sólo con medidas de higiene del sueño. La melatonina es una sustancia que el cuerpo produce de manera natural que ayuda a conciliar el sueño. Aunque tomarla de manera exógena no genera adicción ni tiene efectos secundarios, un consumo responsable requiere de supervisión médica.
Concluye la Dra.Terán Pérez: “Lo ideal es adoptar buenos hábitos de sueño. Si a pesar de ello se siguen teniendo problemas al dormir, vale la pena acudir con un experto en medicina del sueño. Los trastornos del sueño se pueden abordar desde diferentes especialidades como la psiquiatría, psicología, medicina general, otorrino, neumólogos, dependiendo del caso. Es importante y sano acudir a clínicas del sueño con especialistas en la materia”.