La obesidad afecta la capacidad de quedar embarazada
Tanto instituciones médicas como profesionales de la salud definen a la obesidad como una cantidad excesiva de grasa en el cuerpo.
Para determinarla, se usa una fórmula basada en la relación entre la altura y el peso de cada persona llamada “Índice de Masa Corporal”, conocida como el IMC.
Cuando esta fórmula da un resultado de 25 a 29.9 se considera sobrepeso, de 30 a 34.9 es obesidad, de 35 a 39 es obesidad clase o grado II y de 40 en adelante es obesidad extrema clase o grado III.
La importancia que toma en las mujeres al buscar quedar embarazadas es que afecta estrechamente la capacidad de lograrlo. De acuerdo con la Clínica Mayo, tener obesidad puede perjudicar la fertilidad ya que inhibe la ovulación normal, incluso en mujeres que ovulan regularmente, cuanto mayor es el IMC, más tiempo llevar quedar embarazada. La obesidad también puede afectar el resultado de una fertilización in vitro, conforme aumenta el IMC, también lo hace el riesgo de no tener éxito con este tipo de fertilización.
A esto, agrega el expresidente del Colegio de Medicina Interna de México, actual Secretario General del Consejo Mexicano de Medicina Interna, Dr. Víctor Huggo Córdova Pluma: “Lo ideal antes de la concepción sería la planificación. Dentro de todos los aspectos que se deben de tomar en cuenta al decidir tener un bebé, sobre todo para la mujer, un punto primordial es que ella se encuentre en la mejor salud posible para lograr un embarazo exitoso y saludable. Aquí es donde entran el sobrepeso y la obesidad, que son problemas de salud reconocidos como enfermedades y deben atenderse como tal”.
Además de dificultar y retrasar la posibilidad de quedar embarazada, la obesidad durante el embarazo aumenta el riesgo de distintas complicaciones que deben y pueden evitarse, tales como:
El riesgo de abortos espontáneos, nacimiento de fetos muertos y abortos espontáneos recurrentes.
Diabetes gestacional.
Preeclampsia (presión arterial alta y signos de daños en otros sistemas de órganos, a menudo los riñones).
Disfunción cardiaca.
Apnea del sueño.
Dificultad en el parto vaginal.
La necesidad de cesárea y el riesgo de las complicaciones que ésta conlleva, como infecciones en la herida.
Varios problemas de salud para el bebé, como la macrosomía fetal (más grande que el promedio debido a mayor grasa corporal de la normal), lo que aumenta el riesgo de síndrome metabólico y obesidad infantil. Además, tener defectos de nacimiento, sumado a la obesidad, hace que sea más difícil detectar estas enfermedades con ultrasonido.
Córdova Pluma, también miembro honorario del Movimiento Nacional Ciencia en Obesidad indica: “Se puede limitar el impacto de la obesidad en el embarazo para ayudar a garantizar la salud de la futura madre y del bebé llevando el proceso de la mano de profesionales de la salud, por ejemplo: consultas médicas previas a la concepción, buscar atención prenatal frecuente, mantener una alimentación sana, realizar actividad física, etc. Siempre buscando llegar a un peso saludable de manera responsable. Lo importante es que la mujer que busca embarazarse esté en las mejores condiciones de salud posibles para que la obesidad no sea un impedimento”.
El Movimiento Nacional Ciencia en Obesidad promueve, para combatir la obesidad y el sobrepeso, la importancia de que la comunidad médica, desde médicos generales hasta especializados y multidisciplinarios, esté consciente de pesar, medir y comunicar a sus pacientes su sobrepeso u obesidad de manera ética y responsable, además de acompañarlos, guiarlos o canalizarlos al área correspondiente para llevar un tratamiento con respaldo científico que resulte efectivo y seguro en la pérdida de peso de los pacientes.
¿Cómo prepararse para el embarazo?
The American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG por sus siglas en inglés), recomienda que bajar de peso antes de quedar embarazada es la mejor manera de reducir el riesgo de los problemas ocasionados por la obesidad. Si se tiene sobrepeso u obesidad y se planea quedar embarazada en el futuro, es necesario consultar al obstetra u otro profesional médico sobre adelgazar antes de ello. El bajar incluso un poco de peso (5-7% de su peso actual) puede mejorar la salud en general y abrir el paso a un embarazo más saludable.
“El tema de sobrepeso y obesidad relacionados con el embarazo puede llegar a ser muy delicado. Es preciso ir de la mano con el equipo médico y profesionales de la salud antes, durante y después del embarazo para que todo llegue a buen término y no queden secuelas contraproducentes ni para la madre ni para el bebé”, concluye Córdova Pluma.