Obesidad y sobrepeso, enfermedades crónicas
Atacarlas, requiere de un trabajo integral que contemple los aspectos médicos, psicológicos y nutricionales.
La Norma Oficial Mexicana (NOM) considera el sobrepeso y la obesidad como un problema de salud pública y determina que su tratamiento debe ser integral, orientado por la práctica médica, nutriológica y psicológica, independientemente del esquema alimenticio o tratamiento que lleve el paciente, sostiene la Psicóloga Alejandra González Roca, especialista de la Clínica NEMI. La norma establece los criterios sanitarios para regular el tratamiento integral y es obligatoria para todos los que oferten servicios para el tratamiento de esas enfermedades, de ahí que sea de vital importancia que, quienes decidan iniciar un tratamiento, identifiquen que los lugares que consulten, cumplan con la NOM, a fin de evitar poner en riesgo su salud. De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), México pertenece a las naciones con mayor obesidad en adultos en el mundo. Pese a ello, la mayoría de las personas inmersas en esa problemática, no lo perciben porque, de alguna forma u otra, no ha derivado en problemas de salud. Cuando, por prescripción médica, se realizan pruebas de laboratorio, es cuando lo detectan. La especialista alerta que, cuando se manifiesten los “focos rojos” como cansancio, dificultad al respirar, al caminar o al abrocharse las agujetas, incomodidad con la ropa -siendo ésta la mejor “báscula”-, es la prueba inequívoca de que es impostergable bajar de peso. Para ello, la Psic. González Roca, hace hincapié en que es necesario “un equipo multidisciplinario que lleva un tratamiento conformado por medicina, nutrición y psicología ayuda a atacar los problemas de sobrepeso al derivarse de causas multifactoriales, como lo son, por ejemplo, padecimientos metabólicos. Las pruebas y tratamientos con los que trabajamos, son científicas, probadas y estudiadas a largo plazo”. Y es que, explica, cuando se trabaja con un paciente que pretende perder peso, es muy importante combinar la Medicina interna (para que trate la parte metabólica), la Nutrición (la correcta alimentación) y la Psicología (para el manejo emocional de la dieta, cambio de hábitos y correcciones de comportamiento, pues al momento en que modificas la alimentación cambia la visión de tu entorno). Estas tres vertientes ayudan a un mejor resultado. Ante el cuestionamiento de ¿Cómo podemos ligar que está bien tu mente y tu cuerpo para estar bien en todos los aspectos?, la especialista manifiesta que se ha detectado que muchas veces comemos para cubrir una necesidad de nuestros sentimientos, a esto le llamamos “hambre emocional”, está ligado con la forma en como nos sentimos. Muchas personas utilizan la comida como escape de estrés, o bien para acompañar un sentimiento como el de la felicidad, angustia o celebración. Otra manera en que se asocia la psicología con la pérdida de peso, es si el paciente sufre de una depresión importante, por la falta de control en su consumo de carbohidratos, debido a la disminución de la dopamina. No es que el paciente no tenga fuerza de voluntad, sino que se está enfrentando a un impulso muy fuerte relacionado con su estado de ánimo. En esta parte las terapias psicológicas ayudan a detectar algunos hábitos que influyen en la alimentación. Cuando pensamos en bajar de peso, no es algo sólo que nos afecta físicamente, nos damos cuenta que cambiando hábitos podemos mover varias partes importantes de nuestra vida, incluyendo nuestra relación con nosotros mismos (autoestima) y la relación con quien nos rodea. De hecho, hay veces que el paciente puede sentirse boicoteado por su misma familia. Una ventaja de trabajar en conjunto el apoyo psicológico con la parte de medicina y nutrición es que aprendemos a manejar nuestro peso y nuestras emociones, por lo tanto es un mantenimiento a largo plazo. Antes, hay que resolver cuestiones personales, a veces es suficiente con un cambio de hábito, pero eso se determina después de cierto proceso que involucra los aspectos referidos.
Pese a lo anterior, la ingesta de grandes cantidades de calorías durante los meses de septiembre a enero (periodo característico de innumerables celebraciones familiares, fiestas y reuniones atípicas), propicia que las personas con problemas de obesidad incrementen su peso hasta en 10 kilos, de ahí la importancia de mantener el equilibrio entre el cuerpo y la mente, pues cuando se rompe la dieta hay una desconexión entre lo que pensamos y lo que queremos. La Psicóloga Alejandra González Roca explica que el incremento en el peso en estas fechas se debe a que se consumen más calorías de las que se ingieren normalmente el resto del año. Ejemplifica que comer una hamburguesa, con papas y refresco significa la ingesta de 1500 calorías. “Subimos un kilo de grasa si consumimos 7 mil calorías, el equivalente aproximadamente a 5 paquetes de hamburguesa”. “Focos rojos” para decidir cuidarte: ¿Por qué esperar a enfermarte? La doctora es puntual al establecer los aspectos que deben incidir en cambiar los hábitos alimenticios para disminuir el sobre peso y obesidad en las personas:
Aspecto psicológico
• Cuando afecta al autoestima, que te veas en el espejo y no te reconoces • Evitas verte en el espejo. • Que te afecta socialmente (dejas de asistir a las reuniones ya sean sociales, familiares o de trabajo). • Sentimientos de tristeza, ansiedad, depresión, etc. • Cuando te das cuenta que no puedes controlar lo que comes. “Atracón de comida” o “Comedor nocturno”. • Vomitar o dejar de comer. Aspecto físico
Las personas no estamos tan enfocadas en cuidar nuestra salud a menos de que enfermemos y en consecuencia, nos realicemos exámenes de laboratorio. En ese momento se detecta una serie de enfermedades relacionadas con la obesidad y el sobrepeso. La manifestación de alguno de los síntomas anteriores, es signo vital de que es hora de acudir con algún especialista, pero tener en cuenta que se apegue a la NOM, la norma que establece los criterios sanitarios para regular el tratamiento integral de la obesidad y sobrepeso.
Fuente: Bertha Sola/ Psicóloga Alejandra González Roca, especialista de la Clínica NEMI.